1º Domingo después de Pentecostés: La Santísima Trinidad
La Santísima Trinidad es el misterio central de nuestra fe. Por este misterio creemos que hay un solo Dios verdadero y tres personas distintas. Nuestra vida interior está centrada en la Santísima Trinidad: somos hijos del Padre, hermanos del Hijo, y santificados por el Espíritu Santo.
Cada vez que hacemos la señal de la cruz invocamos a la Santísima Trinidad. A veces estamos distraídos y no consideramos el gran misterio que estamos expresando. Esta circunstancia puede ser propicia para rectificar y proponernos hacer la señal de la cruz con más devoción.